miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un viaje en el tiempo. La democracia, la globalización y el progreso


Que no se note que somos un par de pájaros. Esconde el huevo y
ofréceles cambio; duros a peseta por ejemplo, luego ya arreglamos

Cuando comenzó el negocio de la democracia recordareis la musiquilla y la letra de aquella famosa canción que nos llegaba tan adentro “Habla pueblo habla bla, bla, bla, bla, bla”
La realidad pura y dura es que después, o no nos hicieron ni puñetero caso cuando nos oponíamos a la guerra de Irak (la de las armas de destrucción + IVA) o como ha pasado recientemente, no nos permitieron ni abrir la boca para cambiar unos pocos señores un artículo de la constitución que habíamos elegido  por mayoría.
L a respuesta a esta forma de gobernar que recorta los avances sociales mientras mantiene todo el aparato del sistema y los sueldos y privilegios de los que hablan por nosotros, no es hablar sino exigir en las manifestaciones y asambleas un rotundo cambio.
Cada uno es libre de participar o no en estas manifestaciones o de seguir el juego y participar en las elecciones en las que los partidos alternantes en el gobierno se afanarán en el maquillaje de sus líderes (manos tijeras y el cambio por calderillas) que se presentarán ante el pueblo con chaqueta de pana (algún obrero usa chaqueta de pena)  , pantalón vaquero, tez sin arrugas una hucha para los ricos, un cilicio para los pobres y el remedio de fierabrás, recorriendo las calles y pidiendo el voto con la sonrisa de oreja a oreja, besando a los ancianos que se quedaron con ridículas pensiones y abrazando a los niños que dentro de poco tendrán que estudiar en colegios privados por el recorte de profesorado , pero sin un gesto por su parte, manteniendo a buen recaudo sus privilegios y siguiendo con su política de apoyo a los grandes grupos financieros  mientras hacen maravillas con la tijera y los impuestos en las clases menos privilegiadas.

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