La OCU resalta en un estudio que los productores se están quedando con más de la mitad del dinero que los consumidores pagan previamente: 300 millones al año
· Sin embargo, el 80% de los aparatos terminan en descampados o chatarrerías.
· Cada residuo no reciclado supone una contaminación ambiental y el descontrol de materiales peligrosos.
· Vivimos en un país de listillos y mangantes donde el que no roba es tonto
· Pero hay que llamar a las cosas por su nombre y señalar con el dedo a la administración que nos carga 300 millones para que no tiremos los electrodomésticos y permite que los tire el proveedor al no realizar las auditorias pertinentes y al no hacer un seguimiento. Esto se llama dejadez e irresponsabilidad y debería costarles el puesto a los responsables
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