Condecoraciones habituales.
Estas condecoraciones no se entregan por mérito sino por la simple gestión de gobernar indistintamente que sea bien o mal.
De esta manera la condecoración ha dejado de tener ningún mérito, pero ya sabéis que los políticos son muy ávidos de las medallas.
Tanto la Orden como las condecoraciones que se otorgan están reguladas en un Real Decreto de 2002,[1] donde se fija como objetivo «recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación»
Personalmente creo que tendrían que ser condecorados con medallas de chorizo por su gestión, teniendo en cuenta la situación que atravesamos.
Esto es una prueba más de lo que trata la partocracia.
En la empresa privada alguna de estas personas podría ser despedida por llevar a la empresa a la quiebra.
Unos y otros repartiendo no se si medallas o despojos y nosotros despojados.
¿Que opinas?
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