Guisantes con salsa a los 7 kilos
Teniendo en cuenta el alto conocimiento de nuestros políticos en cocinar de la noche a la mañana cambios imprevistos, como el último paraguas para tormentas iraníes considerando por otra parte la experiencia en chorizos caseros tan abundantes en este país de respetables embutidos, así como el pimiento que les importa la opinión pública y la cantidad de huevones que existen en el país preocupados especialmente por el resultado del Barsa o del Madrid y de la boda de la Duquesa de Alba y que les reflanflinfla un huevo y medio pepino lo que pueda ocurrir con sus pensiones, la edad de jubilación, el paro o los desahucios. Un país en el cual se forran con suculentos finiquitos los jefes de las cajas de ahorro que han convertido en merengue dichas entidades con las bendiciones del Gobernador del Banco de España que tantas veces nos pone la guinda al sugerirnos que nos apretemos el cinturón.
Considerando que toda esta parrafada tiene tanto que ver con los productos de la cocina española que en algunas regiones ha pasado del chuletón de buey de Moaña de Galicia al Cielo revuelto con brisas de mar y panecillo de oro a la gelatina, delicia sublime de paladares de personajes de alto copete que presumiendo de sibaritas necesitan demostrar al resto de los mortales que hasta defecan con un gusto refinado y convierten en arte el papel higiénico después del uso.
Felicito por todo ello la decisión tomada por nuestros recolectores de impuestos y doy por bien empleados los siete millones de nada que reparten sin que nadie se entere entre cocineros de la fundación vasca que luego vienen a comer marisco de las rías gallegas. Claro que nuestros cocineros no tienen ni puñetera idea de la cocina de alto diseño y no le hacen mariconadas a las centollas, ni les ponen gelatina a las almejas. Yo no sé cómo seguimos cocinando los percebes sin flamear y no le ponemos unos panes de oro a las antenas de las cigalas para trasformar en un viaje gastronómico con Neptuno y la Sirenita lo que antes solo era una simple mariscada.
Así nunca chuparemos del bote de los fondos públicos los galegiños del perixel. Hoy prima el diseño señores, dejémonos de cocido gallego o como mínimo cocinémoslo "al dente"
Al tema que se me quema:
Real decreto por el que se concede la subvención de siete millones de euros (7.000.000,00 euros), a Basque Culinary Center Fundazioa en concreto a los que se cocinan esta subvención que son :
Pedro Subijana, Andoni Luis Aduriz, Juan María Arzak, Martín Berasategui, Eneko Atxa, Hilario Arbelaiz y Karlos Arguiñano.
Estos millones se imputarán al presupuesto de gastos del Ministerio de Ciencia e Innovación del año 2009.Este real decreto se dicta al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1.15. ª De la Constitución Española, que atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica.
La subvención se destinará a cubrir gastos de, equipamiento, personal, suministros, servicios
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