Picudo Rojo

Picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus)

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http://www.lavanguardia.com/natural/20141013/54417864423/plaga-picudo-rojo-escarabajo-invencible.html

Es preocupante observar, como una tras otra, las palmeras canarias (Phoenix canariensis) que se mostraban altivas al viento moviendo majestuosas sus verdes palmas como las olas de un océano flotante sostenido por hilos transparentes y que mostraban sus racimos de dátiles amarillos como un collar de citrinas anudadas;  poco a poco se transforman en gigantescas escobas deshilachadas de ocres y grises  colores hasta terminar en un tronco sin vida que simula un capitel corintio erosionado sobre una columna destartalada.



El culpable, ese hermoso escarabajo llamado picudo rojo inmigrante de Egipto en una palmera infectada y cuyas larvas comenzando por la copa de la palmera, producen una maraña de galerías que terminan con la vida de la reina de nuestros jardines.



Podemos también encontrarnos con este gorgojo, transformado en hermosa crisálida pero no nos dejemos engañar, es un insecto muy perjudicial el cual tenemos que combatir con todos los medios a nuestro alcance, antes que se propagación destruya todas nuestras palmeras




En España tenemos otra plaga mucho peor que la del picudo rojo,, son los políticos de mucho pico y poca pala que han proliferado destruyendo todo el tejido económico con su nefasta gestión y las corruptelas y mordidas en sus partidos  

La metamorfosis en estos picudos es a la inversa; se presentan al principio como delicadas crisálidas 
que ofrecen cambiar el mundo y mejorar nuestras condiciones de vida, criticando con saña a otras crisálidas que antes nos han traicionado y que al final son insectos del mismo orden y de distinto color, cambiando el rojo por el azul y viceversa y que a la primera de cambio se unen para cambiar un artículo de la  Sagrada Constitución, según ellos la catalogan, o para una investidura que les ayude a perdurar repartiéndose las tajadas. La realidad se nos muestra rapidamente una vez que ostentan el poder y en el Gobierno empiezan a descubrirse gorgojos que comienzan a corromper, no las palmeras ornamentales, si no todas las instituciones. La tercera fase de la metamorfosis de muchos de estos delincuentes  es procrear y llenar el País de larvas de fuertes tenazas que dejan las arcas de los  fondos públicos como un queso de gruyere, la Sanidad y la Educación seca como una escoba y a los ciudadanos en el paro desahuciados y sin recursos de supervivencia.

Si contra el picudo rojo debemos actuar con presteza, contra estos parásitos debemos hacerlo con mucha más contundencia porque peligra nuestra Nación, nuestro medio de vida y nuestros derechos sociales y no podemos dejarnos engañar por sus cantos de sirena, sus océanos suspendidos por hilos de chapapote, su propaganda vacía de contenido y nuestros medios de comunicación contaminados y destruidos por sus larvas que solo funcionan como propaganda del partido gobernante, censurando y eliminando a quien se salga del guión.

Tenemos que ser autocríticos y sacarnos la venda que nos han puesto sobre los ojos. 

Tenemos que prepararnos para combatirlos  con contundencia en la próxima fumigacción electoral