Candela Peña en la entrega de los Goyas no sabe bien si expresarse en catalán, español o inglés, porque en este país de borregos, hay muchas personas que inducidos por los sermones nacionalistas españolistas o nacionalistas separatistas pronunciados fervorosamente por los políticos que nos están saqueando, se dedican a poner verde a quien no hable el idioma considerado adecuado según sus cánones, sin importarles para nada el mensaje, solo les importa que el idioma sea el que se considere correcto. En estas circunstancias catalanes que se sienten españoles se encuentran en tierra de nadie como los palestinos en su patria, son abucheados por expresarse en español en Cataluña y son señalados con el dedo por ser catalanes en el resto de España. Mientras tanto muchos de estos borregos posiblemente aplauden frenéticamente a políticos que hablan en el idioma que unos u otros consideran adecuado pero que no aporta nada por ser una sarta de palabras vacías para justificar su inoperancia o peor aún, en muchos casos, un rosario de mentiras que tapan otras más falsas.
Candela Peña en un momento en el que se le entrega un galardón muy difícil de conseguir, es capaz de hacer gala de una gran empatía con las personas que sufren por culpa de este sistema insolidario, injusto y abusivo que se mantiene impasible mientras la usura desmedida despoja a familias con ancianos y menores de su vivienda, manteniendo una deuda impagable que se dispara al infinito por unos intereses de usura, arrastrando a muchos al suicidio como última queja desgarrada contra estos abusos de poder insoportables; suicidios en las mismas sucursales o en el momento del desalojo. Desahucios por impago de dos recibos a una anciana, utilizando las fuerzas del orden público para atemorizar a la buena gente que se opone a estas injusticias de seres desalmados sin escrúpulos y que consiguen como respuesta, que bomberos implicados por estas leyes de épocas de dictadura se revelen y desistan de forzar la entrada a la vivienda.
Mientras tanto contemplamos absortos el desfile de corruptos que se enriquecen con mordidas mientras siguen cobrando sueldos del partido que nosotros subvencionamos, mordidas de millones de euros que desangran el país y llevan al paro a estas personas que son desahuciadas, corruptos que se permiten sin ningún recato irse a esquiar al extranjero y hacer peinetas a los medios de información porque se saben protegidos, amparados por documentos comprometedores que enmierdan a otros chorizos camaradas en la orgía de cazos.
Dejémonos de monsergas, de fijarnos en la forma y no en el fondo, de señalar con el dedo por doctrina y empecemos a usar lo que nos queda de cerebro para echar de la política y meter en el caldero a tantísimos mafiosos que nos llevan a la ruina con palabras catalanas o palabras españolas; simplemente son sonidos de cotorras
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