El hombre es un
animal racional, antinatural que está destinado a autodestruirse mucho
antes que la selección y la extinción de las especies lo llegarían a hacer de forma natural.
La vida en el planeta está diseñada para aprovechar y
reciclar los recursos sin dejar desperdicios en periodos de tiempo
relativamente cortos si tenemos en cuenta los grandes ciclos geológicos.
Nada se desperdicia en el Planeta; el ciclo del agua condensada
en nubes, que descendiendo de las capas superiores a través de la lluvia, se
precipita sobre la tierra, forma ríos,
regatos, y que por capilaridad humedece y fertiliza la tierra, renovando la Vida para después seguir
su camino hasta el Mar y los océanos, donde recorre un largo y longevo camino
formando corrientes que mueven inmensas cantidades de kril, renovando la gran despensa esquilmada y
maltratada por la irracionalidad de los hombres. El agua que terminar volviendo
a la Atmósfera por evaporación en una verdadera ascensión, para renovar el
ciclo infinito de la Vida.
Hasta los cadáveres y
restos de los seres vivos son reciclados
minuciosamente y forman compostajes imprescindibles para que el ciclo de la Vida
se repita. Los seres vivos; animales, plantas, hongos…formamos una gran pirámide
donde desde millones de carnívoros, herbívoros, insectívoros… hasta miles de
billones de insectos y un número incalculable de bacterias, a través de diversos
escalones, se comen, descomponen, transforman unos a otros reciclándose el
compostaje, para ser reutilizado por nuevos seres, que a través de los siglos, se reproducen y evolucionan, al hacer frente y
superar las barreras naturales, cambios geológicos, grandes transformaciones y
desastres donde solo perviven los más adaptados. Siguiendo siempre nuestras descendencias, un
mensaje imborrable y un instinto irrefrenable que nos obliga a reproducirnos,
siguiendo un código genético, con aparentes, limitados márgenes, que nos hace
distintos, para permitir la adaptación y evolución natural.
Solo el Hombre ¡el Rey de la Creación! El animal más
irracional, engreído, irresponsable, ciego, ambicioso, dotado de un cerebro que
le permite romper la cadena de oro de la vida, puede permitirse derrochar,
consumir desproporcionadamente, contaminar a unos niveles que la Naturaleza no
puede reciclar y extinguir miles de especies en un tiempo tan corto que pone en
peligro el ciclo de la Vida, creando
islas de basura, vertederos nucleares, desertizando el Planeta, con sus grandes
talas y sus inmensas extensiones de monocultivos, envenenando la tierra con sus
insecticidas, cambiando el clima, descongelando los polos, rompiendo todos los
equilibrios. ¿Y todo porque? Por amasar una fortuna que no le servirá de nada una
vez traspasado el punto de inflexión, que nos precipite a una gran extinción y
que posiblemente ya ha comenzado.
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