domingo, 16 de agosto de 2020

El Rey de la Destrucción




El hombre es un  animal racional, antinatural que está destinado a autodestruirse mucho antes que la selección y la extinción de las especies  lo llegarían a hacer de forma natural.
La vida en el planeta está diseñada para aprovechar y reciclar los recursos sin dejar desperdicios en periodos de tiempo relativamente cortos si tenemos en cuenta los grandes ciclos geológicos.
Nada se desperdicia en el Planeta; el ciclo del agua condensada en nubes, que descendiendo de las capas superiores a través de la lluvia, se precipita sobre la tierra,  forma ríos, regatos, y que  por capilaridad  humedece y fertiliza  la tierra, renovando la Vida para después seguir su camino hasta el Mar y los océanos, donde recorre un largo y longevo camino formando corrientes que mueven inmensas cantidades de kril,  renovando la gran despensa esquilmada y maltratada por la irracionalidad de los hombres. El agua que terminar volviendo a la Atmósfera por evaporación en una verdadera ascensión, para renovar el ciclo infinito de la Vida. 
Hasta  los cadáveres y restos de los seres vivos  son reciclados minuciosamente y forman compostajes imprescindibles para que el ciclo de la Vida se repita. Los seres vivos; animales, plantas, hongos…formamos una gran pirámide donde desde millones de carnívoros, herbívoros, insectívoros… hasta miles de billones de insectos y un número incalculable de bacterias, a través de diversos escalones, se comen, descomponen, transforman unos a otros reciclándose el compostaje, para ser reutilizado por nuevos seres, que a través de los siglos,  se reproducen y evolucionan, al hacer frente y superar las barreras naturales, cambios geológicos, grandes transformaciones y desastres donde solo perviven los más adaptados.  Siguiendo siempre nuestras descendencias, un mensaje imborrable y un instinto irrefrenable que nos obliga a reproducirnos, siguiendo un código genético, con aparentes, limitados márgenes, que nos hace distintos, para permitir la adaptación y evolución natural.   
Solo el Hombre ¡el Rey de la Creación! El animal más irracional, engreído, irresponsable, ciego, ambicioso, dotado de un cerebro que le permite romper la cadena de oro de la vida, puede permitirse derrochar, consumir desproporcionadamente, contaminar a unos niveles que la Naturaleza no puede reciclar y extinguir miles de especies en un tiempo tan corto que pone en peligro  el ciclo de la Vida, creando islas de basura, vertederos nucleares, desertizando el Planeta, con sus grandes talas y sus inmensas extensiones de monocultivos, envenenando la tierra con sus insecticidas, cambiando el clima, descongelando los polos, rompiendo todos los equilibrios. ¿Y todo porque? Por amasar una fortuna que no le servirá de nada una vez traspasado el punto de inflexión, que nos precipite a una gran extinción y que posiblemente ya ha  comenzado.  

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