No encuentro al dios que predican en la tierra maltratada solo encuentro mil demonios y algún ángel con espada que nos odia y nos arroja lejos de la luz sagrada.
Son los demonios los hombres que trafican y que matan, que se venden por monedas tan viles y ensangrentadas.
Los políticos corruptos, que devoran muy canallas, los recursos, el trabajo, la vivienda, las entrañas de los pobres indefensos que los votan y que callan.
Son demonios con sotana los sacerdotes canallas que se enfangan lujuriosos en una rosa temprana.
Los jueces prostituidos, impostores, mala casta que desnudan la justicia y la transforman en farsa.
Los asesinos perversos que golpean, que maltratan, que violan y que matan a su mujer o a sus hijos.
Que no me cuenten patrañas los que nos ponen en fila, nos bendicen y nos salvan, los que gobiernan el mundo convirtiéndolo en cloaca.
No hay ningún dios que nos salve encerrado en un sagrario, ni nos quitarán las penas esas cuentas de un rosario.
Sálvate solo, luchando, combatiendo a los canallas disfrazados y sin alma.
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