Cuentan una vez, que había un equipo sin portero, que se presentaba a las finales y claro, pasó lo que tenía que pasar, que en Doñana no se pudo realizar el encuentro y el portero suplente en la Sexta hizo lo que pudo y pudo muy poco ante expertos de la talla de Pablo Iglesias, sacando tantas faltas cometidas durante 4 años de torneo del equipo pperdedor. De nada sirvió la ayuda de Ciudadanos que ante el escarnio trataron de echar una mano a la monjita que tuvo que situarse bajo los palos, Sor Aya creo que se llamaba; la goleada fue de pronóstico reservado.
Cuentan que del portero que se Rajó y se abstuvo de participar en el encuentro, ya nunca más se supo y que ahora pasa los días metiendo los dedos entre los hilillos de chapapote de una portería pintada en las arenas de una playa de Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario