Formamos parte de la Comunidad Europea , una comunidad que no camina a dos velocidades, sino más bien una comunidad en la cual, los países ricos devoran a los países pobres, donde los países que tienen grandes problemas tienen que pagar el déficit a unos intereses asfixiantes mientras que a países ricos como Alemania les sale gratis.
Hay en la comunidad países como Grecia donde aumentan los suicidios por la crisis que cada día con las exigencias de la troica, la soga les ciñe más el cuello. Mientras tanto a los países ricos no le interesan los eurobonos hasta que sientan el agua en los tobillos, pero cuando esto suceda se darán cuenta del error y comprenderán que no se puede achicar el agua cuando están inundados todos los compartimentos a excepción de la sala de máquinas.
Es cuestión de tiempo pero la comunidad se desmoronará y caerá verticalmente de la noche a la mañana y del euro no quedará más que el recuerdo. La deuda no se pagará porque no será posible ni justo ni humano.
Este sistema solo sirve para empobrecer al mundo y enriquecer a paraísos fiscales.
Una comunidad que no lucha encarnizadamente por cambiar un sistema en el que los especuladores arruinan a naciones soberanas.
Un sistema en el que prevalecen los intereses financieros sobre el bienestar de las personas y la justicia social.
Un sistema que convierte en esclavos a los ciudadanos dentro de sus propias naciones, arrojándolos de sus viviendas, cerrando empresas y desolando al mundo.
Un sistema que permite patentar las semillas arruinando a los campesinos de los países del tercer mundo, semillas que les pertenecían porque ellos, sus abuelos y los abuelos de sus abuelos las han conservado hasta el día de hoy y con las patentes le son robadas.
Un sistema que permite a las grandes farmacéuticas robar y patentar los secretos de los indios amazónicos.
Un sistema que permite que grandes multinacionales compren a gobiernos corrupto de países pobres las tierras fértiles empujando a los que durante siglos las trabajaron a tener que abandonarlas.
Un sistema que permite que los indios de Brasil sean despojados de sus tierras eliminando la biodiversidad por el cultivo de soja y arruinando un ecosistema perfecto por el ánimo de lucro de poderosos grupos.
Un mundo sin justicia con asesinatos en Siria, niños esclavos, niños guerreros, trata de blancas, hambre y miseria no tiene futuro si no se derrumba este sistema injusto y este derrumbamiento empecerá por la Comunidad Europea.
Una comunidad que no lucha encarnizadamente por cambiar un sistema en el que los especuladores arruinan a naciones soberanas.
Un sistema en el que prevalecen los intereses financieros sobre el bienestar de las personas y la justicia social.
Un sistema que convierte en esclavos a los ciudadanos dentro de sus propias naciones, arrojándolos de sus viviendas, cerrando empresas y desolando al mundo.
Un sistema que permite patentar las semillas arruinando a los campesinos de los países del tercer mundo, semillas que les pertenecían porque ellos, sus abuelos y los abuelos de sus abuelos las han conservado hasta el día de hoy y con las patentes le son robadas.
Un sistema que permite a las grandes farmacéuticas robar y patentar los secretos de los indios amazónicos.
Un sistema que permite que grandes multinacionales compren a gobiernos corrupto de países pobres las tierras fértiles empujando a los que durante siglos las trabajaron a tener que abandonarlas.
Un sistema que permite que los indios de Brasil sean despojados de sus tierras eliminando la biodiversidad por el cultivo de soja y arruinando un ecosistema perfecto por el ánimo de lucro de poderosos grupos.
Un mundo sin justicia con asesinatos en Siria, niños esclavos, niños guerreros, trata de blancas, hambre y miseria no tiene futuro si no se derrumba este sistema injusto y este derrumbamiento empecerá por la Comunidad Europea.
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