En la otra vida fui un perrito que hablaba por los codos, ahora estoy en el cielo de los perros
Ayuso era experta en hacer hablar a Pecas y tenía que seguir haciendo hablar a animalitos, por ejemplo, a la Mula Francis o doblar películas como "La dama y el vagabundo" o "Ciento y un dálmatas", pero Casado, el de los master sin asistencia, se empeñó en darle un carguito con más relevancia y como por el pan baila el can, la ventrílocua se olvidó de Pecas y se apoltronó bien apoltro-nada y ahora andan muchísimos madrileños con un humor de perros y muy malas pulgas porque la situación es ya insostenible mientras Ayuso culpa a inmigrantes, al calor, a los currantes que no guardan las distancias y malviven en espacios reducidos
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