lunes, 23 de septiembre de 2019

Un atentado inadvertido



¿A quien no se le hiela la sangre en las venas recordando los atentados  Atentado del 11 de Septiembre (Torres Gemelas), atentado de las Ramblas de Barcelona, masacre de Utoya Noruega (matanza de  77 jóvenes), atentado 11M Madrid?  El dolor de aquellas horas de terror, permanece en los corazones de los familiares de las víctimas, que arrastran para siempre una pena insoportable, un lastre de muerte que no les deja vivir y cada año las personas de bien, rezamos a los inocentes masacrados en las conmemoraciones y volvemos a ver por TV imágenes impactantes que hacen nudos en las entrañas por el horror. Podríamos seguir enumerando atrocidades, muchas nos pasan casi inadvertidas porque se producen en países que consideramos, lejanos, de otras etnias, de otras culturas, de otros dioses, de otro color de piel o artífices responsables de su dolor, pero no es así, son seres humanos como nosotros, con sangre roja, con sentimientos, con lagrimales desbordados que se encuentran envueltos en una espiral de violencia que las víctimas no han provocado; podríamos hablar de Irak, de Siria, podríamos hablar de Yemen por enumerar países sumergidos en un mar de sangre inocente.
Hay otro crimen atroz que nos pasa totalmente desapercibido, otro crimen abominable al que no prestamos mucha atención aunque se está provocando cada día, ese crimen es el asesinato de nuestra Madre Tierra, la generadora de vida, el asesinato del único Planeta conocido donde la vida se reproduce, mientras ingenuamente gastamos miles de millones buscando la vida inalcanzable  en el Universo. La insaciabilidad del hombre depredador, su deseo irrefrenable de esquilmar los recursos nos está llevando a velocidad de vértigo hacia la autodestrucción; la contaminación de los mares con millones de toneladas de vertidos de petróleo y plásticos, la pesca abusiva, las grandes matanzas de todo tipo de animales, las talas ilegales, las explotaciones mineras sin ningún tipo de control, las guerras fratricidas, el deshielo y la descongelación de los glaciares, los incendios provocados en Siberia, o las selvas amazónicas…La tierra se deseca, se desangra y no lo vemos como una gran masacre de miles de millones de seres vivos; animales, plantas, arboles, indígenas, contemplamos impasibles como seres desalmados acaban con nuestra Madre Tierra casi sin pestañear mientras cientos de miles de personas se están quedando sin agua, avanzan los desiertos, mientras cambia el Clima  y la vida se termina
¿Cuando cambiaremos el color de las gafas y veremos la crisis del final de la vida en la Tierra que se está provocando ante nuestros ojos?  

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