Un político y sin embargo un gran hombre, íntegro y consecuente con su palabra y su ejemplo; un gran presidente, al que envidio desde España, donde nunca conocimos dirigente que se asemeje ni tan siquiera a su sombra. Después de oir a Mujica, los discursos tan vacíos de sentido y tan llenos de mentiras de todos los presidentes que gobernaron España me producen sarpullidos.
Dios te apoye Presidente, paladín por la justicia.
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