martes, 27 de agosto de 2013

Patriotas de hojalata que desprecian esta tierra abandonada que gobiernan




Me Resulta muy difícil explicar como me siento, definir mis sentimientos, mis angustias,  mi dolor en lo más dentro de mi alma si la tengo,  siento la hiel en los labios, la tenaza en las entrañas, los  tizones encendidos abrasando las pupilas de mis ojos que no lloran ya resecos, tengo todo el cuerpo en llagas invisibles.

Nuevamente se calcinan nuestros montes sin remedio,  hoy avanza a galope hacia la Guardia el caballo desbocado de las llamas arrasando el patrimonio que ha costado tantos años; deja atrás en El Rosal y en nuestra entonces verde Oia, un desierto de ceniza de un vergel abandonado donde se perdió la vida de millones de esos seres diminutos que forman el  equilibrio, millones de roedores y de aves, los caballos, las ovejas, nuestros pinos, eucaliptos y castaños, las acacias, las mimosas, alcornoques, los acebos, todo es brasa, todo es muerte, todo es tristeza y es nada.

Ahora pronto los veremos serios, algo compungidos, los de siempre, los que adoran nuestros parques naturales en verano y pasan sus vacaciones en Doñana u otro Edén considerado patrimonio de unos pocos que se olvidan de cuidarlo, los que andan con escolta numerosa, los que tienen guardaespaldas y restringen y recortan, los que pueden contratar los  guardamontes y cuadrillas de limpieza, los de siempre, los que cobran sobresueldos por la cara.


Los seguros que nos cubren de los robos, solo cubren esos daños muchas veces si se ejerce violencia; esta claro, como puedo ausentarme de mi casa y dejar la puerta abierta descuidado, dejando sobre la mesa mi sortija, una cadena de oro, las joyas que no poseo, eso es tentar a la suerte y decirle a los rateros ¡adelante sentiros en vuestra casa!  Lo normal es recibirlos con un pit bull y un buen bate ¿A que voy con este tema? Simplemente a pedir las dimisiones de políticos pasotas que no valoran tesoros que han costado tantos años y dejan abandonados nuestros montes, sin cuidados, sin limpieza, llenos de ramas, basuras,  sin vigilancia, olvidados sin valorar su riqueza natural, así un año y otro año. 

Dimisión es lo que pido no pirómanos chiflados sin escrúpulos ni alma, desalmados sin entrañas, asesinos desquiciados con intereses mezquinos que cuando son detectados no pagan estas matanzas  del paisaje, de la vida de los pueblos, de la frescura del aire, del perfume de las flores, de los brezos y los tojos y solo nos dejan llanto gratuito, sin castigo equitativo con el peso del delito

Yo no quiero que detengan al bandido que ha robado al hallar la puerta abierta para soltarlo mañana, lo que quiero es que lo pague el responsable que les allanó la entrada en la morada, el que no pone los medios preventivos, vigilancia y los cuidados necesarios  año a año y solo muestra desprecio por la tierra donde pisa y después se justifica cuando truena al rezarle a Santa Bárbara, desalojando los pueblos y arriesgando la vida de las personas y contando hidroaviones que no pueden con las llamas, esos politicos grises rezumando patriotismo de hojalata, facilitan al  pirómano de turno que calcine nuestra España sin vergüenza y sin un castigo justo que detenga a esa calaña de vandidos.

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