La Xunta convierte en Navia (Vigo) una zona verde con árboles y césped y con un precioso hórreo
en un montón de muros sin sentido sin sombra y sin hórreo, formando un laberinto de cemento y unas charcas insalubres para justificar facturas por tan solo 8 millones de euros y deja una zona de 90000 metros para disfrute de lagartos insolados.
Para
guarderías y colegios en el núcleo urbano con más niños de todo Vigo no le
quedan monedas a la Xunta, teniendo que desplazarse muchos padres, porque el único colegio
público y la única guardería privada que por cierto inauguró el Sr. Alcalde,
están saturadas
El Concello por su parte, hace huertas de 2
metros cuadrados para un máximo de tres pimientos por persona sin registros de agua en este terreno de oro, arrancando los proyectos de árbol y eliminando para ello, el poco césped de que disfrutábamos
Para que la cosa funcione, contrata durante muchos meses (y que la cosa dure, que mientras dura vida y dulzura) a una “empresa“ que sigue
aportando jabre con piedras y sin humus. La huerta se terminará más tarde que los
presupuestos y la empresa concesionaria tendrá garantizado el riego y retirada
de hierbitas pedruscos aportados y otras mariconadas a bajo coste.
La verdad es que el trabajo lo llevan bastante
acelerado si comprobamos lo que se tarda en pintar un paso de cebra en un
municipio cualquiera y la de vueltas que le dan a una tabla antes de colocarla,
también es admirable la cantidad de obreros mirando un plano para hacer un
agujero en el suelo (para que digan en Alemania que tenemos baja
especialización), y lo difícil que es mover una máquina en una carretera
en obras; ¡es el progreso!
La tierra aportada por la empresa es rica en minerales
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