viernes, 4 de enero de 2013

Denuncia desgarradora a una política vergonzosa


Un suicidio a lo bonzo,  convirtiendo el propio cuerpo en una antorcha dolorosa  no es un suicidio, no es la respuesta  a una situación desesperada, no es una huida, es la denuncia desgarradora a una política vergonzosa  que crea más paro, que arrastra a familias a la miseria y reflota con nuestro sudor  los bancos que especulan con el hambre adueñándose de las viviendas y manteniendo la deuda, bancos que engañan con sus preferentes a ancianos y minusválidos.
Una política que mantiene los privilegios de las clases dirigentes algunos tan vergonzosos como la ayuda de  1800 euros de ayuda a diputados con piso en Madrid, una política que se muestra tan lejana sin embargo de los necesitados  retirando las ayudas a dependientes y que puede liquidar los 400 euros a los parados de larga duración porque se pueden emplear para la compra de televisores de plasma , una política que permite que se cobre el euro por receta y el copago a enfermos crónicos sin recursos, una política que ajusta la ley para que se instale el Euro Vegas  y mantiene la ley de desahucios que permite que familias con niños menores sean despojados de su hogar en contra de La Declaración de Derechos Humanos.
La persona que se inmola  convirtiéndose en una antorcha sufriendo en su carne tanto dolor, quiere demostrar el dolor y la indignación que le provoca el abuso de poder  de quienes tienen la obligación de Gobernar y legislar por el pueblo y parece que lo hacen por oscuros intereses.
La persona que pasa por este suplicio voluntario está haciendo una denuncia y quiere que se sepa, que el mundo entero se entere de la gran vergüenza de sentirse españolizado y a la vez abandonado, castigado a desaparecer, sin derecho a pernoctar en un banco ni a manifestarse  sin que le puedan detener , esta persona toma la terrible decisión de realizar una denuncia que no se pierde entre los papeles de los cajones de la administración y que traspasará las fronteras esperando tal vez que como en Túnez, este sacrificio inmenso, mueva las conciencias y consiga un cambio social que termine con los abusos.
Yo doy las gracias a esta persona por lo que intenta cambiar pero pido a  Dios que su ejemplo no se repita porque ni nosotros lo merecemos, ni los políticos revestidos de esa costra de orgullo se conmoverán

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