¿Cuántas veces tropezamos?
No soy ciego
Tengo vendados los ojos
Me deslumbran las verdades
Tengo miedo, sí
Me escondo
No sabrán que estoy vacio
No me duele
Alma dura, impenetrable
Sordo al grito desgarrado
Del obrero despedido
Del anciano desahuciado
Sigo el curso sin quejarme
La carcoma nos corroe
Hacen falta sacrificios
Nos convencen las patrañas
Y se llevan las castañas
Los que nos cuentan milongas
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