350000 desahuciados en el limbo

A 350000 personas desahuciadas solamente les consuela la noche, el frio en el alma, la sinrazón, la amargura, el miedo la justicia que cruzó y les dio la espalda y si algo conseguimos aliviarles con la presión ciudadana, será la paz,  la paz de no sentirse culpables de su destino, de pensar que la ley que los desterró de sus hogares estaba por encima de la justicia, que alguno de  los policías que los arrojaron a la nada hoy se declaran objetores de conciencia, que su ayuntamiento que permaneció  en silencio hoy puede sentirse cómplice de un sistema injusto y retirar las cuentas de los bancos rescatados con nuestros impuestos, bancos que no se detienen, ni les tiembla el pulso para arrojar a la calle a familias con ancianos y menores, que incluso los jueces se dividan y que algunos se pronuncien contra esa tiranía, que Bruselas considere los desahucios ilegales.

 Sentirán la sensación de  sentirse inocentes, el alivio que les da que el Gobierno  y la oposición que permanecieron  insensibles ante su tragedia hoy ante las salpicaduras de sangre de personas que no han encontrado salida al vacío social, a la injusticia, decidieron terminar sus angustias suicidándose, hoy como mínimo esta clase dirigente  que gobierna para y por los grandes grupos financieros se hayan visto obligados a tapar con un amago las desdichas y suicidios de esos pobres infelices masacrados.