Vive Dios camarada Sancho, que así como he dado una cuchillada al gigante enemigo de la señora princesa Democraciana, la hermosa señora que mantiene aletargados a esos necios que por haberme votado y hacerme conseguir la mayoría absoluta en buena liz y sin tramposas promesas, desde hoy haré brillar en este gobierno la honradez, que aun estando el corrupto a dos mil leguas de aquí, tengo yo para despojarle de las corruptelas pasadas presentes y futuras, mi Ley de las Transparencias que ha de trasformar los rateros y chorizos de este reino, en mansísimos corderos entregados a la labor de caballeros, sirviendo al pueblo con desdén, lo cual no quiere decir que mis escuderas y demás compañeros de fatigas tengan que abstenerse de enchufar a sus maridos, hermanos y familiares y asignarse para si jugosos sueldos que es bien dicho que la caridad es más notoria si la hacemos teniendo alforjas repletas amigo Sancho
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