Un virus que ha doblegado a las grandes potencias

Los agricultores que desesperados estaban cortando los naranjos han vendido toda su cosecha de preciosas naranjas españolas

El cielo está limpio y podemos divisar en la lejanía con claridad; nuestros montes, nuestras islas, nuestros prados

Se respira bien y las personas con alergias tendrán menos problemas respiratorios

La caza se ha detenido y los animales se acercan a las ciudades confiados, los montes tan maltratados tienen ahora más vida

El descanso que ha recibido el Mar  lo compensará con creces  a nuestros marineros

Siguiendo a flautistas que han destrozada la Sanidad y que se esmeran  insultándose y babear por las poltronas del Poder y permanecen fríos ante tanto dolor, sin unirse, sin querer enterarse de los que estamos padeciendo, ni de los seres queridos que no pueden ni siquiera ser enterrados, hemos recorrido un camino equivocado y por ello, estamos pagado un tributo altísimo, penoso, doloroso, perdiendo hermosísimas vidas, muchas de abuelos y padres que han luchado por nuestro bienestar con toda su alma y que han sido una fuente de  ingresos para desalmados, que sacan beneficios hasta del hacinamiento de seres humanos maltratados y desatendidos en residencias , olvidados por la inoperancia y la avaricia de esos que presumen de patriotas y que hoy más que nunca demuestran lo poco que le importamos los ciudadanos. Por la irresponsabilidad de estos seres ambiciosos y por seguirles con orejeras, hemos permanecido aletargados mientras nos hemos armado hasta los dientes con bombas nucleares, cazas de combate, carros y todo tipo de armamento de última generación y abandonamos lo que de verdad importa; la previsión de la salud, la Sanidad, la Vida, dependiendo de China hasta para una mascarilla o un respirador. Hemos permitido las privatizaciones, los recortes en presupuesto sanitario y nos dejamos llevar por la corriente dominante aún a pesar de las olas blancas de sanitarios que salían a la calle enfrentándose y denunciando esta locura de recortes y privatizaciones que solo perseguía engordar a unos privilegiados a cuenta de nuestra salud y nuestras vidas.

Hoy el coronavirus nos ha hecho ver que somos capaces de poner hombres en la Luna y grandes estaciones espaciales en órbita, que podemos conseguir enormes aceleradores de partículas, desarrollar bombas con  un poder destructor miles de veces superior a las que se emplearon en la II Guerra Mundial, pero que no somos nada al lado de un virus, que puede acabar con el ser humano sin que lo perciba el resto de las especies animales.

Debemos de reflexionar, este aviso nos debe hacer pensar en la Vida, en el Planeta, en el Cambio climático, la contaminación, el hambre en el Mundo, en los fallecidos por esta pandemia, muchísimos ancianos maltratados en residencias que ya criticó Chicote y que recibió por respuesta el desprecio  y unirnos por una causa común desenmascarando a los que nos llevan a la destrucción por acumular dinero y poder, debemos reaccionar cambiando nuestros hábitos, saliendo de la fila de marionetas teledirigidas, consumistas enfermizas, formando nuestro propio criterio sin copiar los patrones de las televisiones, pensando, siendo autocríticos y  más humanos. No hay mejor desescalada que una escalada hacia un nuevo orden que ponga la Vida en toda la extensión de la palabra, en el centro  de nuestros intereses.
Nos espera mucho dolor todavía, el enemigo es cruel y se esconde en personas sin síntomas, el tejido industrial se desgrana, la deuda aumentará y el número de parados será insoportable, nuestra juventud que ya sufría con sueldos de miseria se encontrará sin expectativas, sin trabajo y sin posibilidad de encontrarlo fuera de España, Europa sigue pesando todo en euros. Nos esperan grandes sacrificios, el virus nos hace trizas y gran parte de la oposición lo utiliza para descarrilar al Gobierno en lugar de unirse codo con codo para arrimar el hombro