Plante un ladrillo y recoja sus intereses mientras la gente que planta verduras busca agua entre las dunas
Estamos padeciendo la peor sequía de la historia de España, pero
esta sequía no ha llegado sola, es el resultado de muchos años de especulación
con la tierra agravada desde que Aznar liberó el suelo, hoy lo que importa no
es sembrar árboles, lo que priva y es rentable es sembrar ladrillos, aunque
luego los pisos se encuentren vacíos por los desahucios, en manos de los
banqueros que han sido culpables de una crisis, crisis que ha permitido a los
buitres con la ayuda de gobernantes sin escrúpulos, apoderarse del patrimonio y
arrojar a los madrileños de las viviendas sociales ante el mutismo de políticos
de izquierda y derecha, que se preocupan de que no nos abandonen los catalanes,
pero que no tienen la menor consideración por los madrileños que se tienen que ir
de sus viviendas, forzados por la especulación, ni de los habitantes que
abandonan las aldeas dejando que sus labradíos y los montes comunales se cubran
de maleza, que termina muchas veces siendo pasto de las llamas, estas buenas
gentes de nuestras aldeas que se van de la tierra donde sus abuelos y sus
padres echaron profundas raíces, pero que con pena en el corazón se ven
forzados a abandonar por no tener farmacias, ni colegios, ni trabajo, ni
planificación, ni transporte y con una legislación que les impide tener una
vaca y dos cabras, estos héroes abandonan su tierra, su vivienda y su aldea,
por la desidia de las administraciones que no quieren en España economías de
subsistencia, sin consumo, prefieren la gente de las ciudades, atada a las
grandes superficies, que los campesinos que cultivan sus tomates, sus lechugas
y rompen la cadena consumista, viviendo en un ciclo familiar y cerrado que no
aporta macro beneficios.
La sequía no ha llegado
sola, las grandes urbanizaciones que han llenado los bolsillos de listillos en
todo el Mundo, han vaciado las reservas de agua, las arenas de las playas y han
sido muchas veces el motivo de la tala e incendiado millones de árboles.
No, la sequía no ha venido
sola; en España se talan encinas de cientos de años para construir minas que
envenenarán la tierra, en España se están talando en épocas de la mayor sequía
que hemos padecido, miles de naranjos que condensaban la humedad para plantar
aguacates que no tendrán agua porque la falta de los naranjos agravará aún más
el problema, pero las naranjas hay que traerlas de china ya que los
intermediarios no dejan margen de beneficio a los agricultores españoles que
tienen que buscar otro medio de subsistencia.
No, la sequía no ha
llegado sola, ha venido de la mano de los que hacen leyes de montes que
faciliten el recalifican suelo quemado para sembrar ladrillos que si luego no fructifican
se los tragará un banco malo que soportaremos con nuestros impuestos. Mientras
tanto, se fotografían nuestros políticos al pie de incendios de montes
arrasados por las llamas, con una manguera comprada en un bazar chino, de esos
que se están quedando con los bazares cerrados, porque la crisis y los impuestos
asfixiaron a sus propietarios, políticos de un partido que su presidente
prometió en verborrea electoral plantar millones de árboles, pero que se olvido
cuando fue investido, lo mismo que hizo el que prometía arrancar de raíz
la Reforma Laboral y no solo no se olvidó al día siguiente de ocupar el puesto
de presidente, sino que justificó el mantenerla- Vivimos en un país de
irresponsables, de chupópteros, de desaprensivos, de exprimidores que se
envuelven en banderas y dan discursos de patriotismo sin realizar una gestión
responsable que frene la desertización de nuestra tierra
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