Después de una tenaz marcha tan agotadora como en mi presagio las falsas promesas de futuros cretinos, regidores del destino de naciones lejanas en tiempo y espacio gobernadas por hombres mediocres, me encuentro por fin, con mi ofrenda de tarta
de miel y mi cabra, muy cerca del puerto de Itea, en el templo de Apolo, en la Fócia, al pié del gran monte Parnaso dispuesto
a arrancar al Oráculo de Delfos la verdad que me abra los ojos y me ayude a
predecir el futuro de este pueblo de grande filósofos y sabios famosos
Realizo sin vacilar mis preguntas a la anciana Pitia que
está rodeada de sacerdotes cretenses de
cabellos blancos, la anciana mastica
hojas de laurel, sentada en la cripta del templo mientras espolvorea harina, a
la vez que calma su sed insaciable con el agua azul de la fuente sagrada.
La respuesta que quiero saber: el
futuro lejano de este pueblo heleno, se me entrega por Pitia con frases extrañas, se me hace intangible; la anciana soltando palabras mezcladas confusas, inciertas emulando tal vez verborreas de algún
gobernante futuro, mezquino, de puño de hierro para sus vasallos y guante de seda para sus amigos, dirigente de un reino engañado con falsas promesas de cambio.
A su lado
el Profeta sereno y sin prisas cambiaba sus frases casi inexplicables para que mortales oídos tuvieran respuestas humanas.
En el fondo del templo un
coro de musas, de diosas del canto que al lado de ninfas hermosas, llenaban
el aire con sus melodiosos sonidos de aves y sus
embriagantes perfumes de flores del campo y para poner al encanto un broche de oro, Apolo con
cuerpo de hombre y cola de delfín de escamas doradas, tocaba en un trono de nácar, su lira,
satisfecho de haber dado muerte a Pitón que vivía en la cueva sagrada de estos
parajes y quitarle su sabiduría para darle a los hombres respuestas que calmen sus miedos.
Al final la respuesta del sabio profeta se me hizo
intangible:
“Este pueblo tan culto y tan grande será desangrado por dioses de barro que desde Bruselas guiarán sus pasos y sus grandes victorias, su gloria, su filosofía, su arte, sus gentes serán aplastadas a los pies de siniestros caballos de crueles guerreros llamados La Troika. Tan solo podrá levantar la cabeza humillada cuando se revelen contra ese sistema tirano que entrega los pueblos a los poderosos”
“Este pueblo tan culto y tan grande será desangrado por dioses de barro que desde Bruselas guiarán sus pasos y sus grandes victorias, su gloria, su filosofía, su arte, sus gentes serán aplastadas a los pies de siniestros caballos de crueles guerreros llamados La Troika. Tan solo podrá levantar la cabeza humillada cuando se revelen contra ese sistema tirano que entrega los pueblos a los poderosos”
Tal vez algún día lo entienda ¡no sé que es la Troika! ¿Cuál es el sistema
tirano que gobierna el mundo lejano en el tiempo, los pueblos esclavos? ¿y Bruselas que es? no lo entiendo, me voy como vine, que difícil resulta entender a los dioses para los mortales
Tal vez algún día, pero hoy no me importa, Grecia es la
cultura, la ciencia, la gloria del orbe
Tal vez algún día entiendan los hijos del hombre este misterioso mensaje de Delfos y la Troika que ahora me inquieta sea derrotada por esos fornidos guerreros helenos invictos y mi tierra sea siempre gobernada siguiendo designios del pueblo y Bruselas que no tiene historia de sabios, de grandes guerreros, ni conoce los astros del cielo, ni es tierra de dioses y musas no pinche ni corte ni influya jamás en mi casa, mi pueblo, mi reino, mi Grecia del alma.
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