España cada
día se parece más al Tibet; los grandes financieros y gerentes de fuertes
multinacionales han convertido a los políticos en Hepialus
Fabricius; parásitos inactivos que con su verborrea mantienen
adormecidos a los ciudadanos, mientras manipulan las leyes, corrompen jueces
indultan corruptos recortan derechos, retiran ayudas, privatizan la educación,
la sanidad y terminan por transformar la democracia en una Yartsagumbu convirtiendo
a los trabajadores en Cordyceps sinensis porque solo los
necesitan como larvas para enriquecerse, para lo cual precisan convertirlos en
auténticas momias que les permitan satisfacer sus instintos esquilmar el
país y llenar sus alforjas mientras aumentan el déficit y se
arruina España
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