Sin ropa pero no desnudos. Están vestidos con el manto de la dignidad del que carecen nuestros políticos que se muestran vergonzosamente desnudos ante nuestros ojos inocentes. Siento pudor ajeno de su presencia descarnada e insultante en los medios de comunicación, de sus sonrisas indigeribles en la situación penosa que se encuentran muchas familias desahuciadas, engañadas, con sus ahorros evaporados por las trampas legales de los bancos, siento nauseas por sus justificaciones escandalosas mientras atacan a los sectores más débiles como los dependientes y los parados y mantienen sus privilegios.
Ellos si están desnudos mostrando su verdadera figura desgarbada y repugnante
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