viernes, 13 de septiembre de 2019

Los hijos del yen pujante



Japón es un país curioso y de fuertes contrastes por no decir de enormes inconsecuencias, me gusta y me disgusta a la vez, lo mismo se esfuerzan en cuidar la Naturaleza como hacen matanzas en Taiji, o se esmeran en matar ballenas mientras la Comunidad Europea las protege. 

Esta matanza de delfines es comparable a la deplorable carnicería de los calderones que permite el Gobierno Danés en las Islas Feroe, claro que  en este caso es para celebrar el paso de niño a hombre depredador y viéndolo así aún parece peor

Mientras no afecte a su economía los japoneses son responsables y ejemplares, pero un yen es un yen y "la baca por lo que vale". Es fácil, relativamente fácil evitan tirar una colilla al suelo, pero se plantean verter al Mar agua radioactiva del Fukushima

Curiosamente y muy reprochablemente a pesar del problema existente,  en 2015 volvió a la energía nuclear que tanto daño está ocasionando al planeta


Con seguridad se planteará en un futuro cercano hacer centrales nucleares en el mar como lo hizo Rusia y alejar los futuros problemas para que otros se traguen sus fallos y sus irresponsabilidades

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