Enrico De Pedis murió como vivió, a tiros, en un callejón del Campo de' Fiori, el 2 de febrero de 1990, a los 35 años, después de haber sido uno de los últimos capos de la banda de la Magliana, un atajo de malhechores que desde mediados de los setenta controlaba los bajos fondos de la ciudad de Roma
Si bien el criminal había muerto como había vivido, a sangre y fuego, su último reposo lo había encontrado en la exquisita paz de la basílica de San Apolinar. La conmoción fue general: el capo De Pedis compartía cripta con cardenales de la Iglesia. Su sepultura fue autorizada por el entonces rector de la basílica, monseñor Piero Vergari, con un texto que no tiene desperdicio: Se certifica que el señor Enrico De Pedis, nacido en Roma-Trastevere el 15/05/1954 y fallecido en Roma el 2/2/1990, ha sido un gran benefactor de los pobres que frecuentaban la basílica y ha ayudado concretamente a muchas iniciativas de bien patrocinadas en estos últimos tiempos, tanto de carácter religioso como social. Ha dado contribuciones particulares para ayudar a los jóvenes, interesándose sobre todo por su formación cristiana y humana.
http://pda.elpais.com/index.php?module=elp_pdapsp&page=elp_pda_noticia&idNoticia=20120506elpnepint_5.Tes&seccion=int
No hay comentarios:
Publicar un comentario