martes, 5 de junio de 2012

Solidaridad con España.

S.M. el Rey pide solidaridad con España. Sus palabras son elogiables, pero esperaríamos  de S.M. el Rey, solidaridad también con los españoles, con españoles como los doscientos españoles que diariamente son desahuciados injustamente, porque han llegado a esa situación por una crisis originada por la avaricia de los bancos que los desahucian y que son reflotados con fondos públicos. Entre estos españoles desahuciados hay niños y ancianos que hacen estos desahucios indigeribles por personas con estómago y que atentan contra la Constitución Española.
También es causante de esta  crisis el desastroso gobierno ejercido alternativamente por los partidos que se mantienen en el poder aferrados a una ley electoral que amputa botos a otras formaciones
 Observamos mientras tanto la impunidad de los que han llevado a la banca rota a las Cajas de Ahorros y que se retiran con cantidades de dinero abrumadoras.
Las promesas electorales eran una sarta de mentiras con lo que dudo que el resultado electoral no sea impugnable y si no es así la democracia se asienta en arenas movedizas.
Vemos como son recortados todos los logros conseguidos en sanidad, en educación pública.
Con la reforma laboral, los trabajadores pasamos a un estado de indefensión
Los impuestos son cada vez mayores
Mientras tanto y como resultado a esta nefasta política, aumenta el desempleo, cae la bolsa, la prima de riesgo alcanza cotas inimaginables.
Para poner el broche de oro se produce una vergonzosa amnistía a que premia a los delincuentes y facilita el que sigan defraudando.
Los españoles hemos perdido totalmente la confianza en todas las instituciones y no nos dejan más alternativas que no sean mostrar nuestra indignación pacifica pero contundente en todas las manifestaciones y con todos los medios legales al alcance. Hay quien desde el Gobierno trata con desprecio y como terroristas a estos españoles que piensan, que han recobrado la palabra y que ya nunca volverán a permitir las anestesias. La participación en la política del pueblo es sana, es purificadora y es la única forma de evitar abusos, despilfarro y corrupción y es imprescindible el aplicar reformas que permitan participar activamente a todos los españoles en la política.
La labor más difícil y más urgente que tienen que afrontar, Gobierno y resto de instituciones es devolver la confianza a este pueblo engañado y vapuleado, porque en el pueblo se asienta todo el sistema y mientras la mentira continua, la injusticia y los abusos se mantengan el país seguirá hundiéndose irremisiblemente.
Nada puede con un pueblo que cree en su proyecto, su Rey, su bandera y sus políticos y sus instituciones,  pero para que esto se consiga no se puede gobernar a sus espaldas

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