lunes, 1 de julio de 2019

En Madrid celebraremos durante tres meses sin multas la Ola de Calor ¡después ya tal!




Si queridos contaminadores, contaminadores que como yo, no sacrificamos nuestros desplazamientos en coche hasta el centro de la Capital, por un poco de aire puro, pero que gustosamente ofreceremos al cáncer nuestros alveolos pulmonares en aras de una comodidad y un consumismo catapultado desde la perversa propaganda televisiva y desde nuestro sentido de la partidocrácia 

¡Ave Almeida, los que vamos a morir te saludan! 


¡Gracias Dios mío por habernos librado del yugo de Carmela, la defensora del aire limpio y de las viviendas sociales, que con nuestro voto hemos logrado desterrar del Ayuntamiento de Madrid para gloria del Hidróxido de Carbono y del Cancer de Pulmón 


¡Gracias Dios mío por el tratamiento generoso que nuestro país ha tenido con fabricantes de automóviles que nos han vendido coches trucados para que, aunque contaminen,  nos haga sentir bien al desconocerlo, me extraña todavía que no se les hayan premiado por su mejoría psicológica del ambiente con un premio internacional,  como se ha hecho en otros casos y en otras ocasiones, por ejemplo con el premio Nobel de la Paz otorgado a Barack Obama

Nada importa la desertizacion, las olas de calor causantes entre otros grandes males del gran incendio que ha arrasado 3300 hectáreas entre Madrid y Toledo y donde luchan por falta de prevención 4500 efectivos con escasos medios para enfrentarse a esta desgracia imparable que termina con la vida de millones de componentes de nuestra flora y nuestra fauna; si hacemos cuentas a dedo, nos toca a un efectivo mal equipado por hectárea calcinada en Madrid y Toledo. 

Ya no quiero ni hablar del incendio de Rivera d´Ebre en Tarragona, un incendio que les preocupa menos a sus gobernantes de la Generalitat, que el independentismo desquiciado y que lo demuestran con declaraciones tan desacertadas y fanáticas como las realizadas por Miquel Buch, que agradece el esfuerzo del Ejercito con exabruptos de "País vecino". 

Y siguiendo con el tema de Madrid... pero claro no se puede gastar en prevención de la vida de nuestros montes, si para ello es necesario adelgazar presupuestos militares o de nuestras administraciones mastodónticas que triplican las administraciones alemanas, o de nuestra Casa Real; el monte solo le importa a los conejos. 

Seguiremos sin medios un año más, sin prevención y sembrando eucaliptos y pinos, "pólvora en el Monte", rentable para algunas madereras, pólvora con forma de celulosa  que exportaremos a países que están tomando conciencia como Portugal, mientras aumentaremos las plantaciones de combustible en épocas de sequía y cambio climático, por poner un ejemplo en Galicia, donde Feijoo colabora en las extinciones del fuego con zapato de tafilete y una manguera comprada en todo a un euro, para dar ejemplo de austeridad a las brigadas mal equipadas y desalentadas por la falta de previsión, de medidas contundentes y donde se combate el fuego como en el resto de nuestra España carbonizada, con  leyes de montes que permiten edificar sobre zonas quemadas . 

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