viernes, 14 de febrero de 2020

¡Abandonados y puteados!



¿Quienes nos abandonan?


Las aldeas están abandonadas sin médicos, sin farmacias, sin colegios, sin infraestructuras ni comunicaciones. 


 El Campo está abandonado; los campesinos, agricultores, ganaderos están explotados sin margen para sobrevivir mientras los consumidores pagan los artículos con ganancia exponenciales para intermediarios. 

Los inquilinos están abandonados a expensas  de buitres que trapichean con las viviendas ayudados en muchas ocasiones por políticos sin escrúpulos como ha sucedido con las viviendas sociales en Madrid. 

Los trabajadores están abandonados a expensas de patronos negreros que les someten a jornadas interminables con esfuerzos sobrehumanos y salarios de miserias que no le llegan a fin de mes (véase la situación de las kellys.

Los estudiantes están abandonados, teniendo como pago a muchos años de formación, una maleta vacía y un futuro incierto en un país lejano donde solo es un extraño con otra nacionalidad.

Los ancianos están abandonados viviendo con pensiones de miseria en penosas condiciones que no les permiten encender la calefacción en invierno o malcomiendo en geriátricos mal atendidos e incluso robados sin que las administraciones realicen las auditorias necesarias para evitarlo.

Los dependientes están abandonados esperando ayudas que nunca llegan y malviviendo gracias al titánico esfuerzo de familiares que dejan la piel por minimizar sus sufrimientos. 

Los inmigrantes están abandonados, hacinados en centros que se asemejan a campos de concentración o repatriados en caliente, mientras Europa y sus naciones negocian con países con regímenes que dejan mucho que desear en cuestión de derechos humanos, para formar una barrera infernal que les permita dar una imagen de buenismo con un país de derechos humanos y sin concertinas. 

Los militares están abandonados, sin sindicatos, sometidos a decisiones de sus mandos en un régimen de trabajo en el que las horas extras, dietas, derechos, incluso la seguridad son solo palabras sobre todo en sus desplazamientos para maniobras.

Los ciudadanos están abandonados; cientos de miles de personas malviven en viviendas que han sido construidas sin insonorizar, con humedades, sin aislación térmica  ni acústica después de haber pagado la intervención de arquitectos y contratistas, enfrentados contra mafiosos de la construcción  a través de una justicia que se mueve con paso de hormiga años y  años, recurso tras recurso y estos aún así,  han tenido más suerte que otros cientos de miles de personas que han visto como sus expectativas se han quedado en un proyecto inacabado, con las obras paradas o sin empezar por una quiebra ficticia de un canalla que ha pasado toda su fortuna a terceros, o  desconociendo el paradero del promotor o conociéndolo y esperando indefinidamente un recurso que nunca llegará a resolver sus problemas. 

Cientos de miles de ciudadanos se sienten abandonados, con sus propiedades congeladas en peris que duran décadas, duran hasta que un promotor generoso bien avenido con el ayuntamiento de turno de un pelotazo y consiga forrarse a cuenta de una urbanización cuyos terrenos ha comprado a bajo precio, mientras sus antiguos propietarios se han tenido que rendir y comprar un piso a precios abusivos.

 Los inquilinos abandonan sus viviendas en las grandes capitales por la especulación de piratas que hacen su agosto con los alquileres. 

Innumerables políticos nos han abandonado, saqueando los fondos públicos y montando empresas offshore para poner el botín a buen recaudo en paraísos fiscales, amparados estos  por la Comunidad Europea que no hace nada para evitarlos, un dinero saqueado que nunca se recuperará, aparte de  un montante infinitamente mucho mayor malgastado  en las  obras faraónicas interminables o terminadas pero que no sirven para otra cosa que no sea engordar facturas para llevarse una jugosa comisión como son los aeropuertos sin aviones, líneas del Ave sin rendimiento, palacios de justicia... 

Por abandonarnos, hasta nos han abandonado los ingleses, que tanto contribuyeron contra el fascismo que masacró a millones de personas. 

Nos abandona la Unión Europea a los pies de los  caballos de la Troika, que antepone el pago de deudas ilegítimas con Bancos de países  a los que se le han perdonado deudas de guerra impagables por los millones de víctimas que su locura nos ha costado, haciendo prevalecer las deudas sobre  los derechos humanos en base a la castración del artículo 135 que con nocturnidad y alevosía se castró sin consultarnos; artículo de la Constitución Intocable.  

Todos estamos abandonados en varios frentes, pero aquí parece que los únicos que nos están abandonando son los catalanes y en ellos se centra toda la información manipulada y los poderes del Estado.

 Los españoles no queremos que nuestros hermanos de Cataluña nos abandonen, guiados muchas veces por personajes que nos avergüenzan, diciendo que un español se distingue a ojo de un catalán, pero nos preocupa mucho más otra clase de abandono del que la prensa manipulada no se preocupa.

En muchas ocasiones me he planteado si mi visión era pesimista o catastrofista, pero el Relator de la ONU me ha hecho ver que la situación del séptimo país de Europa y décimo del Mundo con más millonarios, aún es peor de lo que yo pensaba

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200214/ruta-onu-pobreza-espana-7843454






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