lunes, 8 de julio de 2013

El cuento de Pepe-Pan









Había una vez un partido político cuyos dirigentes con ansias de gobernar solían contarles historias a sus ciudadanos en campaña electoral, historias que se convertían en humo antes aun de salir elegidos. La noche en que comienza nuestro cuento les contaban las aventuras de Pepe-Pan en el reino de las chuches y los hilillos de chapapote



-....Y siempre está haciendo buenas obras especialmente  con los banqueros codiciosos, y sabe gobernar de espaldas sin tropezar, y nunca tocará las pensiones y le acompaña Campanita, que es un encanto contando cuentos en diferido simulado, también le acompaña el risitas, magnifico equilibrista con los impuestos, capaz de asfixiar a unos y acariciar a otros simultáneamente y con la misma mano, también el ahorritos que se ducha con agua fría, come saltamontes y colecciona coches de lujo y otros magos encantadores capaces de convertir  libros en fascículos, emigrantes en aventureros e indignados en delincuentes sin escrúpulos  solamente con su mensaje.


Pepe-Pan  vive en un país maravilloso donde Ciudades de la Cultura, aeropuertos, líneas del Ave brotaron por doquier y donde cualquier alcalde de un ayuntamiento desconocido vive como un gran señor, a este país le podemos llamar la isla de Nunca Jamás. Donde los que eliminan las ayudas a la dependencia se dan atracones con menús subvencionados.


-¡Ay Wendy......! Cuánto me gustaría poder viajar con él y no tenerme que dormir ahora, y mañana madrugar para ir a comer a la Casa de Caridad.

-Y a mí también......yo no quiero estar aquí buscando trabajo cada día sin conseguir nada después de haberme costado tanto sacar la carrera de ingeniero, me gustaría salir a la aventura por Europa y vender hamburguesas o limpiar letrinas.


-Pero ¡será posible que todavía estéis despiertos y no os hayáis enterado de que va el cuento del déficit, la democracia y los chorizos caseros, vamos todos a la cama!, y tú Wendy, por favor, no les cuentes más cosas. ¡Ala, buenas noches, un beso y a dormir!


 -Buenas noches


-Oíd, ¿Estáis viendo lo que veo yo? Hay alguien en la tele.....Si son Pepe Pan y Campanita en simulado. Camuflado eludiendo como siempre dar la cara cuando se destapa un nuevo caso de corruptela.........


-Hola a todos, he oído que no queríais mendigar y que os gustaría alejaros de la isla de Nunca Jamás.


-¡Sí.....sí......!


-Muy bien. Campanita, échales un poquito de tu rollo mágico. Que yo estoy afónico de contar mentiras


 Y campanita, sacudió un poco sus mofletes, y en un instante comenzaron a salir de sus labios palabras sueltas e incongruentes que hicieron a nuestros amiguitos salir volando sin despedirse siquiera de Pepe-Pan. La verdad no sé muy bien porque le llamaban Pan de segundo y no Panduro o chorizo casero.


 -¡Mirad, mirad que pequeñita se ve nuestra casa desde que Bankia nos desahució! -Pues yo veo por allí acercarse otra manifestación y ya van 6, esta es de los de las Preferentes, según dicen los banqueros y políticos son casi todos licenciados y accionistas de grandes conocimientos en bolsa


-¡Esa es la isla de Nunca Jamás! ¡Nuestra tierra! y desde el aire parece que la hayan atravesado una estampida de búfalos.


En cuanto aterricemos nos daremos un buen sopapo por hacerle caso a Pepe- Pan y no ponernos el paracaídas,  pero quién iba a pensar que este cuento terminaría tan mal para nosotros cuando Pan decía que no tocaría pensiones, impuestos, estoy indignada.


Campanita, llevas a los diputados al árbol de la alegría donde pueden tomar lo que quieran que todo está bien subvencionado, mientras yo voy a dar una vuelta por los alrededores del banco del Capitán Blesio por si ha hecho alguna de las suyas. Y tenemos que taparlo


-Está bien Pepe Pan.


 Pepe Pan, nada más llegar, se acercó al Capitán Blesio. Éste era un pirata malísimo, tan malo como Rodrigo el Gato y gran amigo de Pepe Pan, desde que participan en los repartos con Barkakas.


En lugar de la mano, llevaba  Blesio un cazo, parece ser que otro cocodrilo se la merendó en una subasta de un piso desahuciado a una anciana ciega en el cual ambos tenían intereses. Lejos de enfadarse, le sacó un gran provecho a la prótesis


Cuando Pepe Pan avistó el banco, enseguida comprendió que algo extraño ocurría, se acercó un poco más y lo que vio lo llenó de asombro.

-¡Dios mío, hay una muchedumbre de ancianos dando un concierto con tarteras! Iré inmediatamente a rescatarle antes de que se espante, que a los banqueros hay que tenerlos de mano y son muy asustadizos.


-¡Atención se acerca Pepe Pan! ¡Socorro!

-¡Al ataque! ¡Socorro!

-¡Vamos! ¡Acabemos con ellos!

-Pandilla de camorristas, quién les ha mandado dedicarse a las inversiones de riesgo.


 El capitán Blasio  le dio un fuerte abrazo  a Pepe Pan, pero éste lo esquivó mientras agarraba su cartera, pues ya sabía de las habilidades de su amigo que no obstante compartía pero con más sutileza.


-¡Tú sí que eres listo y no esta chusma de viejos resentidos Pepe, me encanta tu juego de cintura a la hora de cuidar tus intereses!


 Entonces Pepe Pan, tomó en sus brazos a Blesio y se alejó volando del banco de los piratas para llevarle a su campamento donde le hizo mil reverencias y pamplinas en presencia de todos los suyos que le imitaron complacidos. Blesio, agradeció  tanto lo que había hecho, que le invitó a él y a sus amiguitos a una gran fiesta y prometió bajo juramento que le recomendaría para encabezar las próximas listas electorales cerradas


 Este es un país maravilloso, te lo demostraré dijo Blesio

 Y así fue, fueron todos juntos a recorrer la isla, comieron sus frutos, se bañaron en sus playas, y jugaron con el dinero de los ahorradores cuanto quisieron y devolvieron alguno......Todos lo pasaban sensacional, menos Espelanza, que estaba toda enfurruñada porque tenía celos de Campanita


 Tanto lloraba y tan clara se oía su voz por el bosque que su pena llegó a oídos del Melenas, el Cachas del partido, y éste decidió liarla, para ver si por rabia, complicaba un poco a Pepe Pan que se la había jugado al no  comprometerse más en la defensa de Barkakas que atravesaba un mal momento por un asunto de paraísos y sobres de nada, el Melenas no podía hacer menos por este hombre generoso; bueno ya hablaremos SOBRE esto en otro cuento.


Mientras tanto Barkakas que tenía una voz de oro cantaba sin parar para tratar de eludir lo que le venía encima y no cargar en su mochila los apañicos de todos

-¡Jajaja, jajaja! Aquí tenemos a Barkakas bien agarradito por los melindros......jajaja......me han dicho que últimamente Pepe Pan no te hace mucho caso ¿verdad?

-Pues no mucho la verdad.......como está enseñando la isla de Nunca Jamás a los piratas......

-Pues ¿sabes una cosa Barkakas? Eso puedo yo arreglarlo, si tú me dices como tienes tantas notas y moneditas y quienes chupan contigo de este bote.


 -Pero ¿promete usted  no hacerme daño que no puedo costear ni un abogado?


-Claro querido Barkakas, prometo no hacerte más daño que el estricto necesario; unos días a la sombra repartiendo pantalones, bloquearte algunas cuentas y apretarte los melindros.


-Bueno siendo así, cantaré como un jilguero, te dará una lista nueva  y prometo hacerme bueno.


¿Meterás a Campanita en un farol?


 ¡Campanita en un farol! ¿para que?, su farol en diferido es suficiente


 Mientras tanto, Campanita, que se había enterado de la terrible narración de Bankakas contra Pepe Pan, estaba nerviosísima, intentando salir del farol donde se había encerrado y dar una explicación simulada y diferente convincente y preparada que la mantuviera al margen, pura, limpia, inmaculada


 -Tengo que avisar a Pepe  Pan, si no salgo de aquí estallará la bomba y la cagaremos todos. Tengo que escapar como sea.


 Tanta era su desesperación que rompió el farol y voló tan rápido como pudo hacia el árbol de la alegría. Faltaban sólo unos segundos para las doce. Campanita se lanzó empicado hacia  Pepe Pan


-Pero Campanita, ¿qué ocurre, porque has hecho eso? No entiendo nada.


 El Melenas y Bankakas deben estar compinchados, Bankakas está cantando como un ruiseñor en celo


-¡Dios mío voy a esconderme! No pienso ni abrir el pico-


Si no es por tu rapidez, no sé lo qué hubiera pasado. Ahora hay que negarlo todo y hablar sin decir ni pio.


En un instante se plantó Pepe Pan en el árbol de la alegría y se encontró a algunos de sus “amigos” cantando: desaforados


CONTINUARÁ SI NO LO REMEDIAMOS



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